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Eres Fuerte

 

"No sabemos lo fuertes que somos hasta que ser fuertes es la única opción que tenemos." 

 

¿Qué es el cáncer?

El cáncer es una enfermedad que se presenta cuando los cambios que se producen en un grupo de células normales del organismo generan un crecimiento anómalo e incontrolado que da lugar a un bulto llamado tumor; esto ocurre con todos los cánceres, a excepción de la leucemia (cáncer de la sangre).

Si no se tratan, los tumores pueden crecer y diseminarse por el tejido normal circundante o a otras partes del organismo a través de la corriente sanguínea y del sistema linfático y pueden afectar al aparato digestivo, al sistema nervioso y al aparato circulatorio, o liberar hormonas que tal vez afecten a las funciones del organismo.

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Los tumores pueden ser benignos o malignos

Los tumores benignos no son cancerosos y rara vez suponen una amenaza vital. Suelen crecer con bastante lentitud, no se propagan a otras partes del organismo y en general están constituidos por células bastante similares a las células normales o sanas. Solo suponen un problema si crecen hasta alcanzar un tamaño muy grande, generan incomodidad o presionan otros órganos; por ejemplo, un tumor cerebral dentro del cráneo.

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Los tumores malignos crecen más rápido que los benignos y tienen la capacidad de diseminarse y destruir los tejidos vecinos. Las células de los tumores malignos pueden desprenderse del tumor principal (primario) y extenderse a otras partes del organismo mediante un proceso conocido como metástasis. Al invadir el tejido sano en su nueva ubicación, siguen dividiéndose y creciendo. Estos focos secundarios se denominan metástasis y la enfermedad a la que dan lugar recibe el nombre de cáncer metastásico.

 

Tipos de cáncer

El cáncer se clasifica en función del tipo de célula a partir de la que se origina.

Existen cinco tipos principales:

Carcinoma – Cáncer que se origina a partir de las células epiteliales (el revestimiento celular que ayuda a proteger los órganos o que los rodea). Los carcinomas pueden invadir los tejidos y los órganos circundantes y formar metástasis en los ganglios linfáticos y en otras zonas del organismo. Las formas de cáncer más frecuentes dentro de esta categoría son el de pulmón, el de hígado, el colorrectal, el de estómago y el de mama.

Sarcoma – Un tipo de tumor maligno del hueso o de las partes blandas (grasa, músculo, vasos sanguíneos, nervios y otros tejidos conjuntivos que proporcionan sostén a los órganos y los rodean). Las formas más frecuentes de sarcoma son el leiomiosarcoma, el liposarcoma y el osteosarcoma.

Linfoma y mieloma – El linfoma y el mieloma son cánceres que se originan en las células del sistema inmunitario. El linfoma es un cáncer del sistema linfático, que recorre todo el organismo, así que puede aparecer en cualquier parte. El mieloma (o mieloma múltiple) comienza en las células plasmáticas, un tipo de leucocito que produce anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones. Se trata de un cáncer que puede afectar a la capacidad de las células para producir anticuerpos con eficacia.

Leucemia – La leucemia es un cáncer de los leucocitos y de la médula ósea, el tejido que forma glóbulos sanguíneos. Existen varios subtipos; los más comunes son la leucemia linfocítica y la leucemia linfocítica crónica. 

Cánceres cerebrales y de la médula espinal – Se conocen como cánceres del sistema nervioso central. Algunos son benignos, pero otros pueden crecer y diseminarse.

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Signos y síntomas

Como existen tantos tipos de cáncer distintos, los síntomas varían y dependen de la localización de la enfermedad. Sin embargo, hay algunos signos y síntomas clave, por ejemplo:

Bultos o hinchazón anormales – los bultos cancerosos no suelen doler y es posible que aumenten de tamaño a medida que el cáncer avanza.

Tos, falta de aire o problemas para tragar – episodios de tos persistentes, falta de aire o problemas para tragar.

Cambios en el hábito intestinal – como estreñimiento y diarrea, o sangre en las heces.

Sangrado imprevisto – hemorragia vaginal o anal, o sangre en las heces y en la orina o al toser.

Pérdida de peso sin motivo aparente – pérdida no intencionada y sin razón de una gran cantidad de peso en un periodo corto de tiempo (un par de meses).

Fatiga – se muestra en forma de cansancio extremo y una acusada falta de energía. Si la fatiga se debe al cáncer, quienes la padecen también suelen presentar otros síntomas.

Dolor – dolor sin causa aparente o continuo, o dolor que va y viene.

Aparición o modificación de un lunar – se debe prestar atención a los cambios de tamaño, forma o color y ver si al lunar le sale una costra, sangra o supura.

Complicaciones al orinar – necesidad de orinar con urgencia o con más frecuencia, o no poder hacerlo cuando se necesita o sentir dolor al orinar.

Cambios anómalos en las mamas – debe prestarse atención a los cambios de tamaño, forma o tacto, a los cambios de la piel y al dolor.

Pérdida del apetito – sentir menos hambre de lo normal durante un periodo largo de tiempo.

Una llaga o una úlcera que no cicatrizan –como una mancha, una herida ulcerada o una úlcera bucal.

Ardor de estómago o indigestión –ardor de estómago o indigestión persistentes o dolorosos.

Sudores nocturnos intensos – hay que prestar atención a los sudores nocturnos muy intensos, que empapan.

 

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